Elecciones en Argentina, cuatro lecciones para digerir

Elecciones en Argentina, cuatro lecciones para digerir por Pacho Santos
Elecciones en Argentina, cuatro lecciones para digerir por Pacho Santos
​ ¿La lección para Colombia? Hay que unir a la oposición y hay que sumar. Seguir pensando que ir en contra de Petro es suficiente es una equivocación

Por Francisco Santos

Lo primero que hay que entender es que las elecciones regionales en la provincia de Buenos Aires el pasado domingo se llevaron a cabo en uno de los bastiones del peronismo. Es allí donde son muy fuertes: Pero en las elecciones de octubre, cuando se elegirá una tercera parte del Senado y la mitad de la Cámara de Diputados con comicios en todo el país, los resultados pueden ser muy distintos.

Dicho esto, la derrota que sufrió el gobierno y el partido de Javier Milei en estas elecciones fue un campanazo de alerta, pues fue mucho más amplia la diferencia de lo que pensaron y, tal y como lo reconoció el mismo presidente argentino, se necesitan cambios para las elecciones de octubre. Esta derrota muestra qué caminos tomar, no solo en Argentina sino también en Colombia y, sobretodo, qué no hacer, pues en Colombia la oposición parece seguir la fórmula que fue derrotada en estas elecciones argentinas.

El primer gran ganador de estas elecciones fue Axel Kicillof, el gobernador peronista de la provincia, quien dirigió la estrategia de campaña, decidió los candidatos y derrotó, por más de 13 puntos de diferencia, a Milei, quien admitió en su discurso: “Hemos tenido una clara derrota y hay que aceptarlo”. Kicillof buscó unir a la oposición y sumar lo más posible, aún en contra de Cristina Kirchner y su hijo, que querían lo contrario. A Kicillof se le sumó el ex candidato presidencial Sergio Massa, otro de los ganadores de esta elección.

El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, vota durante las elecciones provinciales en La Plata, Argentina, September 7, 2025. REUTERS/Tomas Cuesta

¿La lección para Colombia? Hay que unir a la oposición y hay que sumar.Seguir pensando que ir en contra de Petro es suficiente es una equivocación. Las peleas entre la oposición, algo que la Kirchner trató de hacer para imponer su modelo, salieron derrotadas en estas elecciones. 

Desde el 2005 el peronismo no ganaba las elecciones en la provincia de Buenos Aires, la más poblada de Argentina, lo que no es cualquier cosa. Claro, utilizaron el descontento por el costo social del ajuste económico, pero no se quedaron ahí, sumaron y sumaron. La oposición colombiana, llena de egos, prefiere pelear entre sí y contra Petro, en vez de buscar escenarios donde se sume. El único que quizás está en esa tónica, sorprendentemente pues es el más duro en el discurso, es Abelardo de la Espriella quien saluda con empatía cada vez que hay un nuevo candidato.

Pacto Histórico confirmó los nombres que irán a consulta presidencial – crédito @PactoCol/X

¿Quién es el Kicillof de la oposición en Colombia? Lo cierto es que no se ve, y mientras Petro organiza su campaña, el otro lado pelea, discute y no suma. Solo le hablan a su electorado, a pesar de que las quejas de estudiantes, de la clase media, de los campesinos y de millones de ciudadanos que viven en la incertidumbre económica y en la inseguridad rampante son un campo fértil para proponer y ganar una elección de congreso y presidencial.

La segunda lección debería ser que unidos se gana más, y no solo para la presidencial. Se debería armar una gran coalición para tener una sola lista al Congreso que pueda alcanzar la mayoría. Eso fue lo que hizo Kicillof en estas elecciones, a pesar de que la histórica jefe del partido, Cristina Kirchner, quería unas listas mucho más duras. En vez de centrarse en su electorado amplió la base y ahí esta el resultado. 

¿Es imposible pensar en una sola lista de oposición? Se imaginan un Frente Patriótico con una sola lista al Congreso y con unos pocos candidatos luchando por la decisión presidencial en unas primarias en octubre, lo que ya es imposible, o un mecanismo nuevo e innovador. Será que Dilian, Vargas Lleras, Gaviria, Uribe y Cepeda no logran un acuerdos en ambos sentidos. La lección es clara y los colombianos están listos para un mensaje de unidad en contra de esta destrucción y del abismo político y económico en el que estamos. Una lista abierta de unidad puede sacar entre 6 y 9 millones de votos si se arma bien, si suma y suma y si genera la expectativa de cambio que el país quiere, que Petro representó pero frustró en estos tres años de gobierno.

Se imaginan un Frente Patriótico con una sola lista al Congreso y con unos pocos candidatos luchando por la decisión presidencial en unas primarias en octubre.

La tercera lección la dio el presidente Javier Milei, quien, sin ambigüedades, reconoció la derrota y afirmó la necesidad de un cambio en la estrategia. En Colombia somos perfectos para buscar excusas, culpar al otro y no ver la viga en el ojo propio, siempre en el ajeno. Nuevamente los líderes políticos antes nombrados, ¿no pueden ver que el camino que andamos ya no da, que el país es otro, que las necesidades son otras y que se necesita un cambio de estrategia e incluso de nombres? Todavía hay tiempo para un acuerdo estructural en ese sentido. No mucho, seamos realistas.

Finalmente, la elección en Argentina puso de presente la innegable realidad de la renovación en la política. Ya se habla en Argentina del post kirchnerismo, que Kicillof representa. Hoy Petro, Cepeda y su combo representan la nueva institucionalidad política, lo que les debe empezar a costar. Llevan más de 20 años en este proceso que los llevó al poder. Hay que mostrar esa nueva institucionalidad, no son el cambio, y la oposición debe venderse como el verdadero cambio. No lo están haciendo, desafortunadamente, y el arraigo del pasado les bloquea esa gran oportunidad.

Argentina se parece mucho a Colombia, sin la violencia, claro está. Ojalá analicemos y entendamos lo que allí pasó este pasado domingo y actuemos en consecuencia. ¿Dejar los egos de lado? Ya quisiéramos, pero no me hago muchas esperanzas.