El 19 de septiembre de 1990, el Cartel de Medellín me secuestró en Bogotá. Pasé 243 días encadenado en un zulo, sin libertad, pero aferrándome a libros, mi fe y mi pasión por Santa Fe. Temí no salir vivo. El 20 de mayo de 1991, fui liberado. Ese dolor me llevó a fundar País Libre para ayudar a otras víctimas y soñar con un Colombia sin secuestros.